Ayer fuimos al pabellón del parque, para ver un partido del equipo de baloncesto que dirige mi hijo.
Como ha vuelto el verano, después de unos días de otoño, si hacía calor fuera, dentro del pabellón, unido a la cantidad de gente viendo el partido, era casi insoportable.
Como ha vuelto el verano, después de unos días de otoño, si hacía calor fuera, dentro del pabellón, unido a la cantidad de gente viendo el partido, era casi insoportable.
Lo cual fue una buena excusa, a mitad del partido, para salir al parque a
tomar el fresco y respirar un poco de aire bajo los árboles.
Que tranquilidad...
Parece que el disfrutar de sentarse en un parque únicamente lo
tengamos reservado para cuando tenemos niños pequeños o para cuando
seamos mayores.
Allí, sentada en un banco, viendo como caía el
agua de las fuentes, me vinieron a la cabeza los palacios nazaríes,
rodeados de jardines, estatuas y fuentes. Me deleité con el sonido de
ese agua cantarina, con la frescura de la sombra que me proporcionaban
los árboles, el ver pasar la gente o la cercanía de las palomas buscando
algo que echarse al pico.
Al
dar un paseo alrededor del parque, ví como los patos seguían visitando
la fuente vecina de la rotonda, y no los culpo a los pobres, allí el
agua está más limpia, más fresca, y les da la sombra. Su estanque está
sucio, su caseta es de tamaño reducido y ni siquiera tienen sombra que
les cobije de este calor insufrible. Seguramente ellos vivan felices, sin saber los peligros a los que están expuestos.
Resignada,
volví a mi banco y a mis fuentes, esperando que terminara el partido
para ir a almorzar con la familia. Hay que reconocer que, al menos, el
parque sin vallas sigue conservándose bastante bien.
Por la tarde tuvimos visita. Nos trajeron a Popi y a Duquesa. Popi es una
preciosidad de yorshire, cariñoso y dócil. Duquesa es la hermana de mi
perro Benji, una locuela que no para quieta. Disfruté viéndolos corretear de un lado para otro.
Y este es Benji, un peluche mas.
Lola
Qué bonito está tu peluche.
ResponderEliminarEl parque está muy apetecible, todas las noches lo atravieso cuando vengo de casa de mi madre y como tú, me deleito con el sonido de las fuentes.
Un beso.