viernes, 8 de junio de 2012

Esos sombreros tan coquetos

 


Me encantan los sombreros, y están de moda. Todos los años, cuando llegan estas fechas y voy de compras buscando algo para lucir en verano, siempre se me va la vista tras ellos, los cojo, me los pruebo y acabo diciendo... otra vez será. 

Hace unos días me he comprado uno, un borsalino de paja con una cinta celeste, en HyM. Me gustó y esta vez dije, me lo llevo. El sí de mi hija me convenció. Me lo compré por un motivo, mis vacaciones. 

Solo tres semanas más y visitaré Italia, concretamente Nápoles, Roma, Pompeya...y lo que dé de sí el tiempo. No entiendo cómo en un país, y más en mi región, Andalucía, donde la mayoría del tiempo luce el sol, no se usa más el sombrero. 

Sé que todo es cuestion de modas y no es un accesorio muy popular. Digamos que llama la atención y es lo que nos frena a usarlo, sin darnos cuenta de los beneficios que nos proporciona simplemente protegiendonos de los rayos del sol. Sin duda, nuestro rostro y pelo nos lo agradecerán. Así que estoy decidida a utilizarlo por ciudad, al salir por las mañanas a desayunar con mi marido, al salir de compras, o al dar un paseo con mi perro, de hecho el otro día lo estrené. La verdad, es que no me veo mal con él puesto, me siento atractiva, diferente y estoy por comprarme otro. 

No puedo evitarlo, me gustan los sombreros. 

Lola
 





2 comentarios:

  1. Haces muy requetebién. Yo, en verano, siempre voy provista de mi gorrita, y también tengo un sombrerito de paja, monísimo. Cómprate uno más, o dos, si te apetece. Anda que no hemos dejado de comprarnos cosas que nos apetecían, sólo por reparo. Ni hablar, hazlo, que te hará sentir bien y estarás protegida.

    Yo no me he comprado sombrero, pero me he comprado unas sandalias preciosas, con un poco de tacón, y hoy las estoy estrenando.

    Un abrazo, guapa.

    Mari Carmen Polo

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  2. Te queda muy bien y realmente estás atractiva. Disfrútalo y no te de reparo salir a la calle de una forma distinta a los demás, cada uno va a lo suyo. Yo llevo dos días saliendo con mi cabeza casi rapada, y me siento a gusto. Un beso.

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