martes, 13 de marzo de 2012

Nada como la comida de mamá





Es agradable comer en casa de mis padres. 

Hoy mi madre había hecho cocido, con sus garbanzos, sus habichuelas verdes, su carne de pollo, su jamoncito y su tocino. Todo, una delicia.  

- No hay nada como el tocino añejo de Carteya -me decía. Cuando vaya, voy a traerme un kilo, y jamón pero de paletilla, que hacen un buen caldo. Un caldo blanco.
 
- Cuando hagas otra vez pulpo con patatas cocidas y alioli, avísame, que está buenísimo.
 
- No es pulpo, es pota. El pulpo está carísimo. Me acuerdo cuando mis hermanos traían el pulpo y mi madre lo ponía en una tabla y le daba con una vara para ablandarlo...

 Disfrutando cada cucharada que me llevo a la boca, con mi pan, mojando en el caldito y al final aplastando el tocino con las patatas, y llevándome la mezcla a la boca. Me sabe tan rico... 


Me gustan los guisos. Soy más bien de cuchara que de tenedor y cuchillo.

 Me acuerdo cuando veníamos del instituto, mis hermanos y yo,  y preguntábamos qué había para comer.  

 - Lentejas - decía mi madre. Y se nos quitaban las ganas de comer. Con lo buenas que estaban unas patatas fritas con huevos. 

Este fin de semana, que tengo libre, volveré a comer con ellos. Seguramente podrán venir mis hijos. Compraremos un postre especial y así celebraremos el día del padre, que es el lunes. Y aunque oí decir que habría algo de lluvia, está claro que no aguará mis planes. 

Lola



3 comentarios:

  1. Lo malo no era que fueran lentejas, Loli, lo peor era cuando había potaje de judías. No las soportaba, y mira ahora, anda que no me saben ricas :)

    Pero desde luego, nada como la comida de mamá, ya sea cocido, potajes, fideuá, pescado, o lo que sea. Todo sabe de maravilla.

    Un beso y buenas noches, hermana.

    Mari

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  2. acabo de decidir una cosa: me autoinvito...a freir espárragos...
    hazme un sitiooo..
    medio beso.

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