Barrio Sésamo
Como cada tarde, y después de hacer la tarea, mi hijo se sentaba en el sofá
y ponía la tele, para ver su programa infantil. Yo, mientras tanto, preparaba su merienda, su colacao y un café con leche para mí.
Y allí, junto a él
, disfrutando de las aventuras y canciones de Espinete, Don Pimpón, Chema y Ana, de las travesuras de Epi y Blas, de Coco, de la rana Gustavo, de Triqui, el monstruo de la galletas, entre los muchos personajes de Barrio Sésamo, se nos iba el tiempo, felizmente.
Para mí, Barrio Sésamo fue y será uno de los mejores programas educativos y mas divertidos que hicieron para televisión.
Las campanadas
Después de esa gran cena, ayudaba a mi madre a preparar los cuencos, donde pondríamos las doce uvas. Dispuestas las copas y la botella de champán, ya estaba todo listo para el gran momento. En el salón, toda la familia disfrutábamos, alrededor de la mesa, de bandejas con polvorones, mazapanes, peladillas y turrones.
Llegada la hora, cada uno con su cuenco en la mano y frente al televisor, esperábamos nerviosos a que sonaran las doce campanadas, desde la Puerta del Sol, de Madrid.
Primero los cuartos, nos recordaba mi madre, que son cuatro y luego vienen la campanadas.
Y así, una campanada tras otra, íbamos engullendo las uvas, intentando no dejar ninguna, y cuidando de no ahogarnos. Al final del recuento, y con la boca llena, nos felicitábamos y brindábamos, por el nuevo año, porque la salud y la felicidad reinara, un año mas, en nuestras vidas.
Creo que desde que tengo uso de razón, la salida y entrada del año siempre ha sido así, en familia y delante de la televisión.
Lola
También he comentado yo en otro blog que no creo que haya habido un programa mejor que Barrio Sésamo.
ResponderEliminarGracias Lola, eres un tesoro.
ResponderEliminarXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Hay cosas sagradas que guardamos frescas en el cajón de la memoria, una Barrio Sésamo, me encantaba Gustavo.
ResponderEliminarAtragantes de uvas memorables recuerdo de las campanadas en Sol, a millones pasamos del viejo al nuevo año...Lo que la tv, para bien o para mal, nos ha dado, nadie nos lo quita.
Besitos.
Traes a mi memoria recuerdos que creía olvidados. También con mis hijos veíamos Barrio Sésamo y disfrutábamos (yo casi más que ellos).
ResponderEliminarEn cuanto a las campanadas, sigo escuchándolas pero los sentimientos que me producen con contrapuestos: Alegría por un lado, tristeza por otro. No siempre fué así.
Me gusta escuchar, cuando las televisan, las campanadas del reloj de las Tendillas en Córdoba, con sus aires flamencos.
Un abrazo.
¡Plaza Sésamo! Si,me lo has recordado, y ciertamente ademas de divertido ha sido un programa educativo. Con ellos tengo un recuerdo muy personal en familia, mostraban una figuras, su contorno y uno tenia que adivinar de que animal se trataba. Yo, algo distraída dije: ¡Miren que lindo pajarito!, cuando al unisono se escucho que decían ¡Es un camello!, hasta hoy en día me embroman con ello.
ResponderEliminarLindo momento trajiste este jueves.
Un abrazo.
Estos recuerdos que citas creo que son de los que siempre están ahí. Barrio sésamo casi que lo veía más con mis hijas, pero desde luego el trasiego de las campanadas de fin de año se repiten casi igual desde que tengo uso de razón.
ResponderEliminarUn abrazo
Barrio sésamo me encantaba, mis hijos disfrutaban cantando sus canciones, y aprendiendo con todos los personajes. Las campanadas de fin de año igualito que lo has contado, así tambien lo hemos vivido.
ResponderEliminarUn abrazo Lola.
tengo bastante claro que la tele se ha degradado hasta extremos insospechados. eso es así y no se hable más o sí, depende de quien mire la tele...
ResponderEliminarbien, el caso es que no todo es malo, ni mucho menos. sería hipócrita por mi parte afirmarlo. y sí, barrio sésamo, el cual me debe aquello de soy el reportero más dicharachero de barrio sésamo...qué cabrón fue el que le puso el nombre a la rana? jajaj...barrio sésamo era genial, era edificante...y qué decir de esa reunión familiar ante la puerta del sol?
de acuerdo, sí, la tele tiene cosas que se puden salvar, pocas, eh?
medio beso.
Un post que rescata lo mejor de la tele. Me ha emocionado ese comienzo del 2012, soy tan tonta que me pareció estar comiendo las uvas yo también!!
ResponderEliminarA cuán gente sola, acompaña la tele? Por eso solo, aunque sea, a darle gracias pues.
Un fuerte abrazo
Es cierto, algunos programas llevan asociados recuerdos felices por las personas con las que los compartimos.
ResponderEliminarEmotivo relato. Saludos!
Lo de ver un programa en familia con los peques de la casa... ahora es difícil. Me gusta recordar cuando no teníamos tantas posibilidades. Un beso
ResponderEliminarEse programa era maravilloso, yo tambiém me pegaba a la tele para verlo, me dejó recuerdos hermosos.
ResponderEliminarLa otra historia me recordó a las fiestas de antes donde poníamos la tele para que dieran las doce y brindar exactamente en ese momento.
Un gusto leerte.
Abrazo enorme.
Barrio Sésamo me recuerda a merienda de nocilla, de inviernos en casa donde por un momento los más pequeños dejaban de discutir... Y las campanadas en la televisión, ¡qué divertido!, toda la familia alrededor de la tele y con ese señor tan serio, Joaquin Prats... y no sé porque motivo me he acordado del Festival de Eurovisión era lo único que me dejaban ver por la noche y no tenía "dos rombos"...
ResponderEliminarMe alegra leerte de nuevo
Besos
Me encantó el recuerdo de Barrio Sésamo. Se lo ponía a mi hermana y creo que yo me divertía más, que le vamos a hacer, era un estupendo programa.
ResponderEliminarLo de las campanadas, pues mira, reconozco que lo que más me divierte es sembrar la confusión e intentar lograr el caos de quienes comen disciplinadamente las uvas. No me invites en fin de año.
Besos.