¿De que color son los sueños? Que yo recuerde, mis sueños no tienen color, son claros, pero sin color. Sin embargo, anoche soñé con un periquito rosa. Un periquito precioso que subido en un árbol me miraba, leyó mis pensamientos, se posó sobre mi mano y me reconfortó con sus cálidas patitas al agarrar mis dedos.
Tambíén soñé con mi famlia. Mi madre había hecho una deliciosa comida y gustosamente comíamos hasta repetir plato. Aún faltaba por comer mi hermana y mi cuñado, que estaban por llegar de viaje, y nos pusimos a pelar patatas.
Sueños. Sueñas lo que vives durante el día, lo que añoras, lo que temes, lo que amas.
Mi tarde fue tranquila, dibujando y viendo la televisión.
Y casi termino el día con una sonrisa y llena de ternura y es que al sacar a Benji, una señora mayor, de mi barriada, con su bata rosa y su sandalias blancas, al pasar por mi lado me decía: Estoy buscando a un gatito chico, que yo le doy de comer todos los días. Le compro sus salchichas y le pongo su pienso... pero no lo encuentro... y me dice una mujer, que por qué le doy de comer a los gatos, y yo le digo, que ¡porque tengo corazón! y ¡porque me sale del coño! Animalitos, que me da lástima.
Mi perro harto de tanta charla empezó a ladrarle, y aunque se ganó una regañina, se quedó tan contento de seguir su paseo.
Durante el camino, fui pensando en mi entrada, en los sueños y en esta anécdota. Al pasar por los contenedores de basura, vi que habían puesto una bicicleta pequeña, con la cadena rota y mi imaginación se fue a Coca, a cómo aprendí a montar en bicicleta en aquella pequeñita que tenían los hijos del teniente, en aquella cochera, el patio, el pinar, la bicicleta de mi amiga Blanquita... En aquellos días tan felices.
Lola
Tambíén soñé con mi famlia. Mi madre había hecho una deliciosa comida y gustosamente comíamos hasta repetir plato. Aún faltaba por comer mi hermana y mi cuñado, que estaban por llegar de viaje, y nos pusimos a pelar patatas.
Sueños. Sueñas lo que vives durante el día, lo que añoras, lo que temes, lo que amas.
Mi tarde fue tranquila, dibujando y viendo la televisión.
Y casi termino el día con una sonrisa y llena de ternura y es que al sacar a Benji, una señora mayor, de mi barriada, con su bata rosa y su sandalias blancas, al pasar por mi lado me decía: Estoy buscando a un gatito chico, que yo le doy de comer todos los días. Le compro sus salchichas y le pongo su pienso... pero no lo encuentro... y me dice una mujer, que por qué le doy de comer a los gatos, y yo le digo, que ¡porque tengo corazón! y ¡porque me sale del coño! Animalitos, que me da lástima.
Mi perro harto de tanta charla empezó a ladrarle, y aunque se ganó una regañina, se quedó tan contento de seguir su paseo.
Durante el camino, fui pensando en mi entrada, en los sueños y en esta anécdota. Al pasar por los contenedores de basura, vi que habían puesto una bicicleta pequeña, con la cadena rota y mi imaginación se fue a Coca, a cómo aprendí a montar en bicicleta en aquella pequeñita que tenían los hijos del teniente, en aquella cochera, el patio, el pinar, la bicicleta de mi amiga Blanquita... En aquellos días tan felices.
Lola
Hola paisana,me gusta mucho tu blog por estar relacionado con el mundo del arte en muchos aspectos.Yo tengo un taller de encajes de bolillos con 14 alumn@s donde imparto clases y aprendemos otras muchas cosas,ya que tenemos gente de todas las edades.Te dejo el enlace a mi blog donde podras ver los trabajos.Mil besos.http://eljardindevictoria.blogspot.com.es/
ResponderEliminarbuen relato y buenos dibujos ,la verdad esque si son buenos y los sueños hay una palabra que siempre me gusto y es serendipity.........sueños ,casualidades.....quin sabe
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