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Aquí, en San Fernando, como en casi todos los pueblos de la costa, la feria tiene lugar a mediados de julio, cuando se celebra su patrona, la virgen del Carmen.
No es que vaya todos lo días, no. Vamos un día, como mucho dos, pero me gusta, porque esta recién estrenado el verano, porque me apetece formar parte de la gente que va pasar un rato por alli. Me encanta el alumbrado, esas miles de lucecitas multicolores que adornan el recinto. Me entusiasma ver cómo están engalanadas la casetas, con sus techos llenos de farolillos de colores, con su música de sevillanas, con ese olor a pescaíto frito, a tortillita de camarones, a pimientos fritos, a tortilla de patatas...
Cuando era niña, las fiestas significaban estrenar vestido, ir a montarte en las atracciones y corretear por la noche de un lado para otro mientras la gente bailaba al son de la banda de música, en la plaza mayor. De adolescente, era una oportunidad de quedarte hasta más tarde, de disfrutar más con tus amigas, de ir arreglada todos lo días, de conocer a chicos de otros pueblos o de estar más tiempo con el chico que te gustaba.
Cuando estás casada y tienes hijos pequeños, te ilusiona observar sus caritas, viendo como dan vueltas montados en un coche de bomberos o en una diligencia del Oeste. Les compras algodón de azúcar, o una bolsa de patatas fritas recién hechas, o pruebas suerte en la tómbola, donde espera ese oso de peluche tan grande de color azul.
Pasan los años y si trabajas y no estás de vacaciones durante esos días festivos, vas un día para hacer acto de presencia y los demás te limitas a quedar en la puerta principal de la feria, para llevar o recoger a tus hijos, ya adolescentes.
Sólo un año de los que llevo viviendo en San Fernando - y ya son muchos - disfruté de la feria, o al menos lo que yo entiendo por disfrutar de ella. Compartir esos momentos con unos amigos, beber en su justa medida y bailar, todo lo que se pudo bailar, sevillanas, salsa, rumbas, música disco, hasta esos bailes dirigidos por la orquesta en la que haces el ridículo, pero en los que más te ríes.
Sin planear nada, y así un día tras otro, disfrutamos de la mejor feria que he pasado nunca. Y todo eso fue posible gracias a mi marido, a mi amiga Leonor y a su marido, a mi hija y a su amiga Sandra, que se unieron a la fiesta para luego irnos juntos a casa.
Nos divertimos muchísimo, bailamos, reímos y en verdad que fueron días inolvidables.
Este año estaré de vacaciones por esas fechas. Primero pasaremos unos días en Italia y más tarde, antes de incorporarme al trabajo, intentaré pasarlo lo mejor posible los primeros días de feria. Iré con mi familia a cenar a una caseta. Desde allí volveremos a casa paseando tranquilamente y gozando de la noche.
Lola
Siempre recordaré con alegría las ferias de Carteya y las de Córdoba, Lola. Y las de Coca, cómo no. Pero ya hace mucho tiempo que no voy de feria ni de fiestas.
ResponderEliminar¿Puedes creerme si te digo que las fiestas de Fuenlabrada no las piso desde hace por lo menos 10 años, quizá más? Ni las fiestas, ni la Semana Santa, ni nada de nada. No me interesan. Es que no tengo ni curiosidad. Vamos, que sé que estamos en fiestas por el alumbrado de las calles y por el anuncio luminoso que da la bienvenida al pueblo y a las fiestas, si no... ni me enteraba.
Tu aprovecha y diviértete todo lo que puedas :)
Un abrazo, hermana.
Mari Carmen
La feria para mi tiene un encanto especial, las atracciones, las luces, las tómbolas, los dulces, en fin ¿qué serían unas fiestas sin su feria? Siempre te lo pasas bien, sobre todo si vas con gente a la que quieres.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué entrañables suenan esos recuerdos!...de veras te digo que me hubiese encantado participar de esos festejos tanto cuando era chica como ya mayor...quien sabe!..quizás alguna vez se cumpla el deseo!
ResponderEliminarAsí que te vas para Italia?...qué suerte!...yo estuve el año pasado y lo pasé de maravilla!
Un abrazo enoooorme
No soy feriero, para nada; no me gusta ese estrambote de ruido, altavoces a mil, polvo, atestamiento de gente... Y encima los precios de los "cacharritos", que con te montes en un par de ellos ya te has gastado seis euros... Prefiero los parques temáticos, que aunque acabes cansadísimo, me parecen hasta más relajante.
ResponderEliminarPese a lo cual, nobleza obliga, y sí, piso cada año el recinto ferial, siempre quedamos con amigos, nos vamos a alguna caseta... ¡y a bailar!.
Por cierto, buen tema para una próxima entrada...
Ummm, tortillitas de camarones ¡que ricas! Me encantaría conocer Cádiz, es una tierra que me llama mucho la atención y solo fui una vez a los carnavales, así que es una asignatura pendiente para mi ir de forma más tranquila para conocer mejor sus rincones, su gente y sobre todo sus playas. Me alegro de que ese año disfrutaras tanto de las fiestas y espero que esta vez sean igual o mejor si cabe. Un beso.
ResponderEliminarAún no conozco San Fernando, así que igual a mediados de Julio me doy una escapadita a disfrutar de ese pescaito frito, de esas tortillitas de camarones y de esa feria que se me antoja magnífica.
ResponderEliminarSuele ocurrir que a veces, de forma completamente inesperada, disfrutamos de magníficos momentos. Los mejores suelemn surgir sobre la marcha, sin planificación previa.
Un abrazo.
Las ferias andaluzas tienen un encanto especial. Cada uno disfruta de sus fiestas, de las que vive, (aunque algunas también en parte se padezcan como las fallas, jejeje), pero esas ferias andaluzas con tanto arte y tanto baile, no se, creo que brillan mucho y dan sensación de mucha diversión y alegría.
ResponderEliminarQue las disfrutéis.
Un abrazo
Loli, fue una feria magnífica, nunca había bailado tanto!. Aquellos días los recordaremos siempre y espero que pronto podamos compartir muchos otros. Esta mañana me ha dado mucha alegría verte y espero que pongas esa foto que nos hemos hecho juntitas. Te quiero un montón. Besos.
ResponderEliminarTodos los años llega la feria, la misma feria, el mismo enclave, la misma calor, pero... nosotras no somos las misma, es ley de vida.
ResponderEliminarPodrás decir siempre: ¿ Os acordéis de aquella feria?... pero que requetebien lo pasamos.
Besos feriantes.
Pues en las próximas fiestas, brinda por nosotros, te acompañaremos en el festejo.
ResponderEliminarMe alegra ver a Leonor en los comentarios, deseandole siempre lo mejor.
besos!!!
ay...ay, cuando me gustaban las fiestas a mí...creo que sabes que tengo como 23 años. pues bien, hasta los 30 disfruté de mis fiestas...eso sí, no recuerdo una sola de esas fiestas en las que mi cuerpo mediante sus ojos no viara doble o triple...no recuerdo una sola de esas fiestas en las que no dijera la v´´ispera a mamá que hasta luego, que volvería a casa al final de la fiesta, pues me las pasaría por ahí, durmiendo la moña en la peña...no recuerdo ni una sola fiesta en la que al inicio del baile no fuera yo ya con mi botella de limonada medio piripipí, no recuerdo ni una sola fiesta en la que...siempre pensaba, sí, en esta fiesta por fin me tiraré a...jajajaj...tan sólo una vez ocurrió eso...pero el tirado fui yo, no te jode...es que sabes, loli, las peñas estaban diseñadas para que en la noche alguna cayera...o alguno, dependiendo si uno es mujer u hombre...eso sí...ah, no recuerdo ni una sola fiesta en la que no invitara a too cristo a beber limonada...ay...aquello fueron fiestas y lo de ahora son los 23 años y sin amisatdes dentro del peublo para hacer fiesta...
ResponderEliminarmedio beso, loli.
No iras a la feria habitualmente pero.... está ahí para cuando sientas esas ganas, ya veras como algun año se repetira la senscion de pasrlo fantastico.
ResponderEliminarUn beso
Las fiestas vistas desde las distintas etapas, vivirlas de una forma u otra da igual, la cuestión es disfrutarla aunque solo sea por un día.
ResponderEliminarEspero que este año sean unas fiestas intensas desde el principio hasta el final.
Un beso y a disfrutar.
Hace mucho que estuve en San Fernando, me pareció un lugar estupendo y su feria debe ser muy divertida.
ResponderEliminarUn beso, otro para Leonor y para Mari Carmen.
Las distintas visiones de una fiesta pueblerina a través del paso de los años, las etapas y las expectativas puestas.
ResponderEliminarVeo que muchos de nosotros trajimos recuerdos de infancia, será porque son imborrables.
Un abrazo.
Una visión de las fiestas, tranquila, atractiva y sin límites de edad... cada uno a lo suyo. Aunque siempre es tiempo de presumir de manchas en los labios por el algodón de azúcar.
ResponderEliminarQue disfrutes de Italia... de San Fernando, ya me imagino.
Abrazos
parece ser que la fiesta lo hace a uno... cuando la fiesta se disfruta, parece que esta hecha a nuestra justa medida... haciéndonos algo, produciéndonos muchas cosas, sensaciones maravillosas que nos dejan un sabor dulce al final. un beso!
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