sábado, 12 de noviembre de 2011

Hoy estoy contenta y... traviesa.

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Érase una vez una a sonrosadita y golosa, a la que le gustaban los pasteles de azúcar y las tartas muy, pero que muy cremosas. Su mejor amiga era la e, que bebía mucho té y solía correr a la pata coja, aunque luego decía que le dolía mucho el pie, la muy patosa.

Un día la a y la e fueron a pasear por un parque cercano. Era un precioso día de verano. Caminaban despacito, piano, piano, y se encontraron con una i que venía chupando un pirulí.

-¿Nos das un bocadito? preguntó la e.

-Es que me queda poquito... contestó la i.

La a, que era muy formal, le dijo que no se preocupase, que ya les daría otro día, cuando tuviera más.

Como se les hacía muy tarde, la a y la e se despidieron de forma muy amable de la i. En un santiamén, se habían ido de allí, y dejaron sola a la i que siguió muy contenta chupando su pirulí.

Al salir del parque vieron junto a la raíz de un arbolito un alambre muy bonito, un alambre de color azul. Al acercarse vieron que no era un alambre, sino que era una u. Intrigadas la a y la e le preguntaron, ¿por qué estás aquí? ¿qué haces tú? La u contestó que esperaba a la i, que había ido a comprar barritas de regaliz, por allí... y señaló el camino que quedaba atrás, por el que la a y la e acababan de llegar.

-La hemos visto, sí, añadió la e.

-Ya debería estar aquí y que no haya llegado me causa inquietud, respondió la u.

-No te preocupes, que no va a tardar, le dijo sonriendo la a.

Entonces vieron caminando por el sendero a una oronda o que llevaba puesto un enorme y precioso sombrero.

Cuando la o se acercó hasta la a, la e y la u, todas se saludaron de forma muy gentil y justo en ese momento apareció tras un seto la i, que ya se había comido completamente su pirulí.

Una vez las cinco reunidas, se hicieron muy, pero que muy amigas. Tan amigas se hicieron, tan leales, que finalmente decidieron formar un grupo hermoso que se hizo muy pero que muy famoso, y le pusieron de nombre Las Vocales.

Las Vocales son unas chicas mimadas y brillantes, y gracias a ellas están muy felices sus vecinas Consonantes.

Desde entonces se las ve paseando muy contentas, y a diario, por el Parque de las Letras, que otros llaman simplemente… Abecedario.

(Este cuentecito lo escribí hace tiempo para una amiguita chiquitina, pero me gusta airearlo, de vez en cuando).
Mari Carmen 

3 comentarios:

  1. ASI SE HACE DIVERTIDO ENSEÑAR ¿VERDAD?. BSITOS

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  2. Me has recordado a Gloria Fuertes, me encantaba leerle a mis hijas sus libros. Es muy divertido jugar así con las letras. Un beso.

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  3. Si tengo nietos, disfrutaré contándoles este cuento :)

    Un beso

    Lola

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