Cae la tarde, sucumbe el día, regalándome un atardecer casi mágico. La mar calma me llama y yo acudo.
Me gusta entrar en el agua despacio, con esa sensacion de ir poco a poco, dejando que la mar se lleve lo pasado en el día, más profundo, cada vez más adentro y te arropa y te limpia...
Es como volver a nacer. Durante un tiempo vivimos sumergidos, después el aire sustituye al liquido. Nuestro primer llanto, la primera bocanada de aire, y la vida comienza su andadura y con ella nosotros, las risas primerizas, los juegos, los amores y el llanto, pero siempre cerca del mar. Necesitamos regresar a él, para volver al principio, para volver a nacer con cada marea, aunque no todo es el mar.
Lola
Un precioso atardecer con un mar que parece invitarnos a sumergirnos en nuestros origenes.
ResponderEliminarMuy buena entrada MariCarmen.
Precioso atardecer y encantadoras palabras de nostalgia. Nostalgia del seno materno donde comenzamos a sentir. Un beso amiga.
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