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Al llegar la noche, en su habitación, al oír las voces de sus vecinos al acostarse, recordó otras noches, cuando él y ella corrían a la cama, despues de ver la tele, como si fueran niños, para ver quién llegaba antes, y una vez en ella, se reían y discutían por coger la posición en el que de espaldas, uno abrazara al otro.
Al final, siempre cedía ella, y se veía envuelta en un abrazo cálido, en el que se sentía protegida y querida, pero por poco tiempo, con la excusa de que así no se quedaba dormida, invertían la posición, y ya abrazada a él, conseguía quedarse tranquila, oía su respiración, sentía su piel, se llenaba de su calor, besaba su espalda, y le decía, TE QUIERO.
Al final, siempre cedía ella, y se veía envuelta en un abrazo cálido, en el que se sentía protegida y querida, pero por poco tiempo, con la excusa de que así no se quedaba dormida, invertían la posición, y ya abrazada a él, conseguía quedarse tranquila, oía su respiración, sentía su piel, se llenaba de su calor, besaba su espalda, y le decía, TE QUIERO.
Lola
QUE BONITO ¿VERDAD?. ABRAZOS
ResponderEliminarUna cotidiana escena contada con mucha dulzura. Un beso.
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