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Cuentan las gentes de Ribadesella que un buen día apareció una bella sirenita, sentada en la playa. Todos quedaban admirados al verla, su preciosa cola, su pelo negro adornado de corales verdes, su piel morena con destellos de luz, sus ojos dulces...
Ella miraba orgullosa a todo el que pasaba por allí. Al principio se sentía distante pero, poco a poco, se dejó fotografiar por algún que otro lugareño.
Después de aquel día, nunca la volvieron a ver, pero su recuerdo quedó para siempre en el lugar.
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En recuerdo de un día feliz, con mis hijos
Lola
Jajaja, a pesar de que el día estaba nublado, y hacía fresquito, pasamos un buen rato
ResponderEliminarLola
Hola. jajajaja, lo de las fotos tiene una explicación. Las estuve subiendo para luego comentar algo. Pero antes de terminar mi madre llegó diciendo que teníamos que ir al banco antes de que hubiese más gente. Entonces no esperaba que se quedasen como estaban. Cuando he regresado para comentarlas y vi los comentarios..¡ Sorpresa !, parecían que habían estado de fiesta ellas también.
ResponderEliminarYa está todo en su sitio y con su comentario...
Espero que estes bien. chao.