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Leo la convocatoria de este jueves. Un cuadro, una habitación en la que se ve una cola de personas, una escalera, una ventana a través de la cual se ve luz.
Y pienso: ¿qué me haría guardar una cola, subir una escalera, para ver qué? Seguro que, fuera lo que fuera, haría fotos y crearía una entrada en mi blog.
Me acuesto temprano. Al día siguiente trabajo. El sueño viene rápido. Una melodía ronda mi cabeza.
Me acuesto temprano. Al día siguiente trabajo. El sueño viene rápido. Una melodía ronda mi cabeza.
Desayuno con mi hermana. Estamos en Cádiz, pasamos por la Casa Pinillos, ¡vamos, entremos! ¡menudo palacete! Qué curioso, veo una cola de gente que entra en uno de los salones, y... ¡mira Mari! ¡está aquí la escalera del jueves! Nos ponemos en la cola.
Cuento los escalones, 20, ¿dónde estan las barandillas? Creo que es demasiado empinada. Debería haber un poco de seguridad, ¿no?
Pienso que cuando era niña, estando en Coca, íbamos al pinar con nuestras madres. Había torres de vigía de los guardas forestales. Los demás niños subían a la torre, yo solamente lo intentaba. El miedo se apoderaba de mí, al subir cada escalón. No podía, quería subir, pero al final tenía que bajar sentada los pocos escalones que había conseguido alcanzar.
Me distraigo intentando imaginar que sorpresa hay al final. Está claro que los que estan subiendo, se llevan su tiempo. Trato de imaginar que es lo que me gustaría ver a través de aquella ventana, un paisaje, el mar, un lago rodeado de montañas, las piramides de Egipto o quizas Pompeya, Grecia, Paris y su Torre Eiffel, un hermoso faro de rayas rojas y blancas, mirando al inmenso mar... Espera, ¿he traído mi móvil?. Mi cámara, debí traerla. A ver si de una puñetera vez leo las intrucciones y aprendo a hacer buenas fotos.
Alguien me dice que avance, vale síí, ya voy. Es mi turno, subo las escaleras, ya voy por la mitad, ¡bien! ¿Por qué miro hacía atrás? A cada escalón que subo me entra el pánico. No puedo, y ahora ¿cómo bajo? Me siento en los escalones... Por favor ¿alguien me puede ayudar a bajar?
6.30. Suena el móvil. ¡Joder! No sé que es peor, si ese miedo a las alturas o levantarse a estas horas con el frío que hace.
Lola
6.30. Suena el móvil. ¡Joder! No sé que es peor, si ese miedo a las alturas o levantarse a estas horas con el frío que hace.
Lola
Vaya, no sabía (o no recordaba) que te daban miedo las alturas. En eso no te pareces a mí :)
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato, y acompañarte en él.
Un beso, guapa.
Mari Carmen
Mejor abrigarse bien; porque el miedo a las alturas es muy mala, y difícil de superar; aunque en este caso merezca la pena llegar al último para ver esa luz.
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen Andújar
Es una pena que por ese vértigo no puedas ver lo que se esconde al otro lado de la ventana. A mi comería la curiosidad.
ResponderEliminarSaludos
Debe de ser terrible ese tener miedo a las alturas, ese vértigo. Todo aquello que nos limita las capacidades, nos impide disfrutar y lograr de otras cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
De chica no le tenía miedo a nada, me subía a montañas rusas, a alturas, a todo. Ahora ya me siento identificada con vos, me da miedo todo lo que me genere vacío, y eso que vivo en un apartamento que está altísimo, pero de asomarme al balcón, nada jajajaja
ResponderEliminarUn beso.
miedo alas alturas difícil de superar, pero debo decir que a mi me gusta ja...pero al menos te atreves a subir algunos escalones aunque te quedes inmovil esperando que alguien venga a salvarte y que te baje...
ResponderEliminarDivertido, sagaz, imaginativo... En cualquier caso, es verdad que, levantarse con este frío a esas alturas sí que da VERTIGO.
ResponderEliminarUn beso.
A mi me pasa igual que a Sindel, de pequeña era un bichito con patas y me subía a todo, pero ahora, me da un poco de vertigo las alturas, debe ser que he tengo el miedo subjetivizado. Quizá por eso este relato sea una pesadilla.
EliminarUn relato muy moderno (por lo del móvil):)
Bss.
La atraccion de la curiosidad de saber que hay tras la ventana casi supera el vertigo. Que sera lo que hacer despertar esa curiosidad tan fuerte.
ResponderEliminarUn beso
Pues esta vez no pudo ser, el vértigo ganó la batalla a la curiosidad.
ResponderEliminarMe gustó mucho este relato.
Un beso a las dos.
Quizas sea el vertigo de lo desconocido el que nos paraliza a veces, el que puede mas que la curiosidad o el afan de encontrar tras la ventana la respuesta a todas nuestras preguntas. Sin movil, no queda mas remedio que guardar la imagen en la retina o en el corazon cuya capacidad es ilimitada.
ResponderEliminarBesos
jaja...un sueño,una realidad... un juego perfecto hecho con las palabras simples :D me encantó tu jueves para mi domingo :D un beso!
ResponderEliminarQue malo debe ser tener vértigo, yo no se que haría en tu lugar ¡¡con lo curiosa que soy!!, tal vez era mejor no ver ¿no crees?...
ResponderEliminarBesos, gracias por participar!!
Lola, perdona mi retraso por un escalón o peldaño griposo.
ResponderEliminarNo he sentido agobio en tu cola ni en tu paseo luminoso, bien pertrechada, chispeante, esperando Pompeya, mar, huertas, llegas a la escalera, y...ayyyyyyy, soy como tú, el vértigo me aterra, y sin pasamanos, arriba arriba sin apoyos, noooooo, me niego.
Te espero abajo, tranquila, hasta el próximo jueves, besitos.
a mi manera te haré un comentario crítico...
ResponderEliminara ver, loli, yo...yo..esto y aquello y lo de más allá..no soy escritora y así...jaja u ja..
veamos, entonces por qué demonios en este jueves has dejado una especie de perla? por que ee dinamismo que le has dado a este simple relato no se hace sin al menos tener idea de escribir...vamos, digo yo¡¡¡ por que el uso de la primera persona para resaltar más la acción, para decidir que el personaje central sos vos y ese vos es como es , pero vivito, acaso lo eliges por que sí? es más, aunque fuera instintivo el hecho de la forma que has elegido para expresarte, es decir, esa primera persona, ha resultado ser , desde mi punto de vista la acertada...
he dicho...
medio beso, loli.
ahh, natalí dice eso d eperdona mi retarso...yo no pido perdónnnn jajajajjajaj
ResponderEliminarun beso, por dejarme poner esta bobada, hala...¡¡
A mi tambien me gustó ese dinamismo y la sencillez de la narrativa como dice Gustavo más arriba. Está muy bien llevado a traves de ese eje que tomaste de la foto y que son los escalones, tu miedo a subirlos, que nos te deja ni en sueños!!
ResponderEliminarbesito Lola
Pues menos mal que no te pasa como a mí, que cuando sueño con escaleras siempre resbalan o no me van los pies...
ResponderEliminarBeso.