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Mi hermana las llamaba larguiruchas y fue un regalo de una niña que conoció, y se hicieron muy amigas, en el nuevo puesto donde destinaron a mi padre.
Las guardaba en un maletìn negro charol. Una era rubia, esbelta, con ojos grandes y maquillados, labios rojos, unas bolitas naranjas como pendientes, y vestía un elegante traje de chaqueta y unos zapatos de tacón rojos. La otra era su hermana pequeña, y tenía una batita rosa y unos zapatitos blancos.
Venían con unas revistas pequeñas, donde se mostraba una amplia colección de vestidos y accesorios, que se podían comprar.
Elegantes vestidos de invierno y verano, preciosos vestidos de fiesta, de novia, sombreros, bolsos, guantes, collares, pendientes, gafas, zapatos...
Todo un símbolo de moda, belleza, elegancia, feminidad...
Yo, a mis cinco años, soñaba con ser como ella, cuando me hiciera mayor.
Yo, a mis cinco años, soñaba con ser como ella, cuando me hiciera mayor.
Lola
Un sueño muy normal en las niñas pequeñas y yo diría que también en las no tan pequeñas.
ResponderEliminarSeguro que tú ahora la has dejado a la altura de una zapatilla.
Las estilizadas muñequitas, pensadas y fabricadas para estimular la imaginación y el deseo de imitación de las jovencitas. Las Barbies han llegado a ser objeto de culto y coleccionismo.
ResponderEliminarEsos sueños suelen durar lo que dura la niñez, aunque a veces las personas se resisten a crecer y ser mayores.
Un abrazo, Lola.
Nuestras muñecas!...vínculo y testigo de nuestros sueños!...fieles confidentes que nos acompañaron a crecer.
ResponderEliminarHermoso recuerdo!
=)
En ellas trasladábamos muchos sueños. Besito.
ResponderEliminarLa atracción que ejercen las muñecas en una, puede ser inimaginable. Claro, las niñas trasladan todas sus aspiraciones hacia ellas, llevándolas a "vivir" todo cuanto sueñan en juegos de roles... Y allí va una, prestándoles el alma mientras les damos la posibilidad de que cobren vida. Me has traído a la mente a mis viejas muñecas (muchas de ellas aún las conservo y fueron parte de los juegos de mi hija también).
ResponderEliminarBesos!
Qué bella la pintura de la portada! Te felicito Lola!
Gaby*
Muy lindas muñequitas a mi también hasta hoy me gustan mucho jajaja... siempre me han llamado la atención
ResponderEliminarPreciado regalo y ese catálogo estaría manoseado de tanto mirarlo con esos ojitos infantiles. Me alegra de verte de nuevo por aquí. Un beso
ResponderEliminarTe imagino con tus preciosos ojos mirando embelesada ese catálogo, aún sigues admirando las páginas de vestidos que muchas veces nos pones para que las disfrutemos.
ResponderEliminarBesos
Muchas niñas han soñado con imitar a esas muñecas que eran el colmo de la perfección sensual.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo les digo "las flacas" y jugué mucho con ellas. Me gustaba vestirlas, diseñarles ropa y hacer desfiles de moda. Tenía armada una casita y con mis amigas solíamos sentarlas a tomar el té.
ResponderEliminarTu relato me trajo muchos recuerdos.
Un beso!
Jugar a las muñecas.... que ganas aun que me atacan!!! A las muñecas de papel.... que mis hijos varones no llegan a comprender de qué se trata...jajaj
ResponderEliminarPreciosa reminiscencia ...
besos
Horas y horas dedicada a esos juegos con muñecas, !como te entiendo Lola!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jugar a ser una de esas muñecas perfectas de sonrisa y ojos perfectos, y de vida perfecta, no es mala elección jajaja. Besote
ResponderEliminarNo es extraño en una niña de ocho años, querer parecerse a sus ídolos. Ser bella y elegante es
ResponderEliminarprimordial para toda mujer. i mas para una niña dulce y sensible.
Saludos muy cordiales
otros tiempos donde la imaginacion y el no saber como aburrirse eran lo primero,cambiarles la ropa,regañarlas,reirse con ellas ..........a veces se echa de menos esos momentos
ResponderEliminarSeguro que llegaste a ser más linda que tu muñeca..jaja. Siento mi tardanza...es que hasta mi blog tengo medio abandonado...falta de tiempo. Saludos
ResponderEliminarQue niña no soñò maravillas, incluso cuando recortàbamos las mariquitas...¡bueno, a mi me tocaron!..
ResponderEliminarUn cordial saludo, y reitero mis ya frecuentes disculpas por la casi total ausencia de los blogs amigos… Pareciera que el tiempo cada día jugara en mi contra o que me he vuelto una mala administradora de uno de los bienes más importantes que tenemos.
Mis abrazos..