Parece que ayer todo coincidió. Al abrir mi pagina de Facebook y
ver la historia de Leonor, su participacion en los jueves con el tema Recetas, lo primero que se me pasó por la mente fue... ¡Migas!
¿Fue el deseo de participar con mi relato o el tiempo que hacía que no las
comia? Ambas cosas.
Ir a casa de mis padres, y sugerirme mi madre comer migas, para almorzar, sin
yo apenas mencionarlas, aumentó mi idea de hacer referencia a ello.
A la pregunta, que tantas veces le he hecho, de si ella comía migas cuando era pequeña, mi madre suele responderme...
A la pregunta, que tantas veces le he hecho, de si ella comía migas cuando era pequeña, mi madre suele responderme...
En aquellos tiempos, no teníamos otra cosa. Comíamos migas tanto en verano como en invierno.
Desde su niñez, hasta que se casó, mi madre vivió en un pequeño pueblo de la costa de Granada, La Mamola.
Ibas por la calle y escuchabas la rasera en la sartén moviendo las migas, porque entonces, todo el mundo tenía las puertas abiertas.
Migas y pescado asado.
Le hago referencia al olorcito a pescado asado que
habría en las casas...
Antes tenían unas buenas chimeneas y todo
salía para arriba.
Mi madre hace las migas igual que las hacía la suya.
Se necesita:
Harina de maíz.
Un vaso y medio de agua (por ejemplo, para 4 personas).
Un vaso y medio de harina.
Una medida de aceite de oliva ( mi madre tiene un vasito de cristal pequeño, que utiliza como medida para echar en las comidas).
Unos ajos partidos.
En una sartén se pone el aceite y cuando esté caliente se echan los ajos. Una vez que están doraditos, se echa el agua y la sal. Cuando el agua empieza a hervir, se echa la harina. Y así, mover hasta que se suelten solas y se abran.
Se hacen pronto unos 15 o 20 minutos.
Un plato sabroso que, acompañado, por ejemplo, de sardinas asadas, está para chuparse los dedos.
Lola Polo
Y qué ricas están las migas, con sardinas o con pulpo asado, como las comía yo cuando me quedaba a pasar algunas que otras semanas en casa de la abuela y los titos. Ya le he dicho a mamá que en cuanto vaya, en octubre, nos tiene que hacer migas otra vez, jeje.
ResponderEliminarUn beso, hermana.
Me encantan las migas, incluso de un día para otro.
ResponderEliminarAmiga mía, jamás he comido las migas y me has abierto el apetito y las ganas de probarlas.
ResponderEliminarMe alegra que hayas participado.
Un abrazo fuerte. Leonor.
Lola me ha gustado esta receta de las migas, la verdad que están buenísimas. En casa en lugar de harina, se hacen con pan duro y se acompañan con panceta tostadita, taquitos de jamón, chorizo, pimientos...en fin en la variedad está el gusto.
ResponderEliminarHas despertado el apetito, chiquilla.
Un abrazo.
No había escuchado hablar de las migas, pero al leerte aprendo a conocer un bocado nuevo. Me gusta cuando de una generación a otra se van transmitiendo costumbres, esos sabores que gozan su permanencia, no solo por lo ricos, sino porque vienen a contar su historia.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Mi apetito se abrió al compás de la lectura de tu receta, he oído hablar del plato pero no las he probado nunca, me llevo la receta ya te contaré el resultado.jaajjaa.
ResponderEliminarMuy bello tu blog, te enlazo para seguirte.
Besos y gracias.
Amiga Lola, tu receta tiene miga, las añoro y apunto ingredientes, de cara al otoño uuuuum, acompañadas mejor. Un besito sabroso.
ResponderEliminarAmiga Lola, tu receta tiene miga, las añoro y apunto ingredientes, de cara al otoño uuuuum, acompañadas mejor. Un besito sabroso.
ResponderEliminarCreo que las Migas están muy ligadas a muchos pueblos de España, parece un recurso fácil, pero es un arte que transciende.
ResponderEliminarYo, también las recuerdo en un pueblo de Cuenca "Ruleras" les llamaban por allí.
Un gusto leerte.
Besos
Muchas ricas recetas nacieron en la crisis en la habilidad de las madres para alimentar a la familia. Esta receta me la llevo anotadita y quien te dice, no me sale bien. Gracias por participar y compartir.
ResponderEliminarbesos
una original receta para no olvidar, gracias Lola, un gusto leerte
ResponderEliminaruna original receta para no olvidar, gracias Lola, un gusto leerte
ResponderEliminarAquí estaba el gazpacho y todas su variantes, como la sopa caliente y la sopa fría... Un montón de recetas construídos sobre los mismos ingredientes, casi todos de la huerta de cada cual: tomate, pimiento, ajo y pan duro...
ResponderEliminarLas migas de harina las he degustado en la Axarquía malagueña y están muy sabrosas. No obstante, me gustan más las migas a base de pan, tal como se hacen en Córdoba. Son muchas las recetas populares que utilizan elementos sencillos, como el gazpacho, las migas, el salmorejo, la sopa de ajo, etc. que tienen su origen en la necesidad de utilizar los escasos alimentos asequibles.
ResponderEliminarUn abrazo.